domingo, marzo 23, 2008

tibio olor a sudor y a miel

olor a semen, sensación de vacío.
y después de todo igual te echo de menos. a pesar de la quietud, a pesar de la sensación de vacío, de la masturbación, te echo de menos.
traicionóme el entendimiento, díjome tantas mentiras, palabras.
como si tu ventana no emanara olores distintos, otros sabores, como si tu cadera no fuera la cadera de la actriz porno como si tu pelo no tuviera olor a miel como si tu sudor no fuera cálido y triste.
sin detenerme caigo en ti. en tu engaño, en tu rabiosa permanencia.
sigo siendo un adolescente, un pendejo de mierda, una mentira con dos pies y un par de sueños, que no puede evitar confundir las cosas. y las cosas se le revuelven, se le esparcen por las manos, se le esconden tras los dedos. y él con su mirada turbia, con su olor a masturbación, a pubertad tardía.

lo que hace poco tiempo significó una liberación, es hoy promesa, es hoy una ansiedad constante, casi esclavitud, pero de todos modos. y se mezcló, confluyó con tu presencia, con tu inevitabilidad, como las palabras en los dedos se mezclaron, y salió un olor tibio, un olor a sudor y a miel.

No hay comentarios: